Recomendación literaria: Pastelería Emporio

 

 

Hoy os traigo una recomendación literaria muy golosa: Pastelería Emporio. Novela corta escrita por Laura Morán Iglesias, compañera en La Nave Invisible, y editada por Insomnia Editorial.

 

Cada día aprecio  más las novelas cortas y las lecturas ligeras. De hecho, creo que es muy necesario reivindicar las historias que te dejan el corazón calentito. Esas narraciones que nos brindan luz entre tanta tiniebla. Ya está bien de menospreciar lo positivo o lo cuqui. No por ofrecernos una historia bonita, una narración va a ser peor que otra más oscura. A veces, de hecho, ocurre lo contrario. Y aunque no sea una novela perfecta, ya solo por el hecho de alegrarnos durante unas horas puede ser digna de nuestro aplauso.

 

Buscando precisamente esto, decidí colar Pastelería Emporio  por delante de otras novelas que la precedían en la pila. Y la he disfrutado enormemente. Es una delicia. Si sois golosos, seguramente será una delicia en más de un sentido y quizá os provoque la necesidad de acompañar la lectura con unas galletitas o similar.

 

La novela nos narra la historia de Iris y Leora, dos amigas que cumplen su sueño de abrir una pastelería en su ciudad natal. Para ello, adquieren un local que llevaba años abandonado y cuando por fin pueden limpiar el antiguo trastero del viejo Louie descubren que esté quizá no fuera un simple tendero…

 

A partir de ese momento, la historia se convierte en una aventura continua sin bajadas de ritmo. En todo caso, al ser novela corta, a veces iba un poco acelerado y no me habría importado que Laura se hubiese recreado un poco más en algunos pasajes. Sea como sea, la historia funciona bien así y, además, esa rapidez está repartida a lo largo de toda su extensión, por lo que esta se percibe equilibrada.

 

La narración tiene un tono cercano a veces al cuento que le viene de perlas. Por lo demás, hay ruptura de tópicos y toques de originalidad en todas sus páginas. Me ha encantado encontrarme representación bisexual y sobre todo Ace.

 

Laura Morán mezcla, como de costumbre, con muy buena mano lo fantástico con lo cotidiano, y actualiza de modo ingenioso conceptos como el transporte colectivo por carretera. Los distintos escenarios tienen detalles de ambientación muy chulos y dan ganas de conocer cada uno de ellos más a fondo. Me ha gustado todo lo que rodea a Tres Males y las referencias a esa heroína legendaria llamada Angélika; especialmente cómo la autora lo aprovecha para revertir tópicos del género fantástico. Además, las protagonistas se hacen querer y te quedas con ganas de leer alguna otra aventura protagonizada por ellas.

 

En general he disfrutado mucho con la lectura de Pastelería Emporio. De hecho, pese al cansancio nocturno que arrastro estos días, me la he leído en un par de noches.

 

Por lo demás, la edición de Insomnia se merece un elogio. Cada capítulo va precedido de una portadilla dedicada a un dulce que será mencionado o tendrá peso en el mismo. Y como apéndice se incluye un extracto del recetario de repostería de Leora, con notas manuscritas y todo. Unas cosas y otras se incluyen de forma cuidada en la versión digital, que es la que me he leído.

 

Si os apetece leer una aventura entretenida, golosa y que te deja con una sonrisa en los labios, podéis darle una oportunidad a esta Pastelería Emporio.